20 jul 2009

Gigantes en la antigüedad

Diseminados en los cinco continentes, se han descubierto restos arqueológicos de esqueletos humanos que demuestran que en la Tierra habitaron seres gigantescos. Además de desorientar a la comunidad científica, estos restos avalan las leyendas y tradiciones que el folclore popular ha recogido sobre “Los gigantes” con el paso del tiempo.

Muchas culturas cuentan en sus tradiciones y leyendas que hubo un tiempo en el que los gigantes caminaron sobre la Tierra. Se habla de ellos tanto en la Biblia como en el Mahabharata, igual en los textos sagrados tailandeses o de Ceilán que en la mitología griega, lo mismo en las tradiciones aztecas y egipcias que en las irlandesas o vascas.El legado de esta raza quedó supuestamente reflejado en los megalitos, en los colosales túmulos del nordeste de Estados Unidos y en construcciones ciclópeas como las ruinas de Baalbeck Líbano y las de Tiahuanaco Bolivia.Si en el trasfondo de toda leyenda subyace siempre un hecho real, los defensores de la existencia de esta gigantesca raza la consideran avalada por el hallazgo de numerosos restos humanos de un tamaño descomunal en todos los rincones del planeta.



Arriba los Monolitos de Baalbek Libano (el bloque mas grande pesa alrededor de 1500 toneladas aun en la actualidad no existe la maquinaria necesaria para mover esos bloques con tanta precision y acomodarlos en la estructura monolítica que hoy se encuentra en ruinas, por supuesto su origen es un misterio)

¿Son los gigantes únicamente protagonistas de historias fantásticas o, por el contrario, sus hazañas pertenecen a la memoria colectiva de la Humanidad y están basadas en relatos de lo que realmente ocurrió en el planeta?

La arqueología , hasta el momento, no ha ofrecido ninguna respuesta convincente. Resulta incómodo para los arqueólogos reconocer que hoy día no existen grúas ni aparatos elevadores capaces de mover y levantar titánicos bloques de piedra de ¡1.500 toneladas!, como es el caso de las terrazas de Baaalbek (actual Líbano). “Parece que bloques de estas dimensiones tuvieron que ser puestos allí por gigantes o miembros de una civilización que conocía los secretos de la levitación y la antigravedad”, escribe David Barclay en su libro Extraterrestres, la respuesta definitiva de los Ovnis.

Las construcciones de la isla de Pascua, Tiahuanaco, el yacimiento megalítico de Ollantaytambu, Cuzco, Machu Picchu, las islas Marquesas, la isla volcánica de Pohnpei en la Polinesia ... son una pequeña muestra de las muchas construcciones de estas características que existen en nuestro planeta, atribuidas por los habitantes locales a los gigantes. La figura del gigante se presenta en casi todas las culturas y sus leyendas. Las podemos encontrar en múltiples relatos mitológicos del viejo mundo: griegos, nórdicos, germánicos, hindúes, indoeuropeos, y también en el nuevo mundo como en las tradiciones de los mayas, de los aztecas y de los incas; así como en casi todos los libros sagrados de la antigüedad: el Lebhar Gabhale (libro de las invasiones) irlandés, el Ramayana hindú y hasta en la Biblia ¿Por qué hablar de unos seres que no existieron en realidad?


Sacsayhuaman Peru


Moais Isla de Pascua (cada monolito mide mas de 5 m)

La Ciencia cree ver en su gran tamaño, una metáfora: el mito cosmogónico que simboliza el poder y la fuerza. Una simple magnificación de los poderes atribuidos a la figura humana. Pero autores como el ya citado David Barclay, clásicos como Erich von Däniken, Robert Charroux, Pierre Darcout, el ya fallecido Jimmy Guieu o el ex jesuita Salvador Freixedo, entre otros, creen ver en estos relatos los primeros contactos entre civilizaciones extraterrestres y los hombres de la Tierra. Algunos van más allá, como Zecharia Sitchin, y opinan que los extraterrestres que nos visitaron en la antigüedad fabricaron genéticamente al Ser Humano y crearon las primeras civilizaciones, como Sumer y Egipto, y bien pudieran haber sido seres de gran tamaño. Lo cierto, es que la búsqueda de la verdad nos lleva hasta tiempos remotos, donde las antiguas leyendas tradicionales dibujaban estos seres divinos y heroicos como auténticos.

Gigantes en la Biblia

La primera mención de la existencia de gigantes o “seres distintos” en la Tierra aparece en la Biblia, en el Viejo Testamento. En el Génesis 6, versículos 1 y 2, podemos leer: “cuando los hombres se habían multiplicado sobre la Tierra y habían procreado hijas, viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, escogieron de entre ellas por mujeres a las que quisieron”. Los Nephilim (en hebreo los caidos) según se recoge en el Génesis 6, 4, existían en la Tierra por aquel tiempo: “Por entonces y también en épocas posteriores, cuando los hijos de Dios cohabitaban con las hijas de los hombres y éstas tuvieron hijos, aparecieron en la Tierra los gigantes. Éstos son los esforzados varones de los tiempos primeros, los héroes famosos”. Según Zecharia Sitchin, autor de El Duodécimo Planeta, nephilim significa literalmente “aquéllos que bajaron de los cielos a la tierra”. “Los traductores de la Biblia –explica Sitchin- supusieron que Nephilim significaba gigantes porque en otras partes se menciona que éstos eran también conocidos como Anakim, a la vez que el cuento sobre el gigante Goliat se afirma que él era descendiente de Anak; de aquí la conclusión: si Anak era un gigante, entonces los Nefilim que también eran Anakim, deberían ser gigantes”.

Por su parte, Robert Charroux, en El enigma de los Andes, ve a estos gigantes de la Biblia como “... seres superiores que engendraron la elite de los pueblos: Reyes, héroes e iniciados”. Su unión con las mujeres de los hombres –debían de ser bastante semejantes a la especie humana para poder acoplarse a éstas- produciría hijos más altos que los terrestres normales. Pero hemos de destacar una particularidad: algunos de los restos osteológicos pertenecientes a “gigantes” encontrados, tenían –como ya veremos posteriormente- seis dedos en cada una de sus extremidades. La Biblia también hace mención a este dato en Sam. 21, 20 y Paralipómenos 20, 6 “Hubo una batalla más en Gat, en la que se halló un hombre de alta talla que tenía seis dedos en cada mano y en cada pie, venticuatro en todo, que descendía también de Rafa”.

Para la Biblia, la raza de los gigantes desapareció con el diluvio pero, al parecer, uno de ellos se salvó. La leyenda nos cuenta que, al no caber en el Arca de Noé, se montó a horcajadas sobre ella. El gigante era tan grande que su cama medía unos 3,90 metros de largo por 1,80 de anchura. (Deuteronomio 3, 11).

Hallazgos por todo el mundo

Que en el planeta habitaron gigantes lo demuestra el hallazgo de restos humanos de extraordinarias dimensiones en la India, Tíbet, China, Sudamérica, África ... algunos con una edad aproximada de 45.000 años. Y no solamente huesos, sino también espadas, hachas, lanzas y otros instrumentos como picos de tal envergadura que para poder usarlos habría que tener una estatura de, por lo menos, ¡tres metros! Pero veamos algunos ejemplos registrados en el tiempo.


Huella fosilizada en la mítica región de los gigantes en España

En una gruta de Atyueca, cerca de Mangliss (en la antigua Unión Soviética), se encontraron esqueletos de hombres que medían entre 2, 80 y 3 metros. Éstos presentaban seis dedos en sus extremidades. Otros hallazgos científicamente admitidos son el gigante de Java (en el sur de China) y el gigante de China meridional. El primero con una antigüedad de medio millón de años y el segundo también con seis dedos en sus extremidades.

En Chenini (Túnez) se encontraron restos de tumbas de gigantes con esqueletos que medían más de tres metros. Transval (en Sudáfrica) es otro ejemplo similar al anterior.Un esqueleto de fósil humano de 5, 18 metros de alto fue desenterrado en 1956 en Gargayan (Filipinas).

En Norteamérica, en el condado de Bradford (Pennsylvania) en 1880 fueron encontrados, en un túmulo sepulcral, esqueletos humanos cuyos cráneos mostraban unos cuernos de cinco centímetros, encima de los arcos ciliares. La altura promedio de los esqueletos era de aproximadamente 2,13 metros. Su antigüedad se calculó en 800 años. Algunos de estos huesos serían enviados al American Investigating Museum de Filadelfia, de donde parece que desaparecieron. Continuando en EE.UU (Glen Rose, Texas), en el lecho del río Paluxy, se hizo un gran descubrimiento paleontológico. Se pusieron al descubierto huellas gigantes de pisadas de 54, 61 cm de largo por 13.97 cm de ancho, pertenecientes a un homínido. Los geólogos concluyeron que el lecho del río correspondía a terrenos del cretácico a fines de la era mesozoica (140 millones de años). Pero lo más curioso del caso es que junto a estas huellas de homínido se descubrieron en el mismo estrato ¡huellas de dinosaurio (brontosaurios)!

El alemán Larsan Khol halló asimismo, en 1936, a orillas del lago Elgasi de África Central, huesos pertenecientes a individuos enormes. ¿Una comunidad de diferente etnia?

A 6 km. de Safita (Siria) los arqueólogos hallaron hachas de mano de 3,8 kg. En Ain Fritisa (Marruecos oriental) se descubrieron picos de 32x 22 cm y 4,2 kg. de peso y hachas de dos filos con 8 kg. Tales dimensiones requerían una buena envergadura para poder utilizar estos instrumentos eficazmente.

Más recientemente, y en Marruecos también, se han hallado en una cueva de la región de Nador, en el norte del país, restos de tres esqueletos de niños pertenecientes a una raza desconocida de gigantes. Se trata de una zona próxima a las míticas columnas de Hércules, considerada patria del bíblico gigante Goliat.

Ciudad megalítica de Lixus (antigua Libia) se encontraron restos humanos de esqueletos de Homo Sapiens, con edades comprendidas entre los 10 y 12 años y una antigüedad de 20.000 años. Los esqueletos miden aproximadamente 2,25 metros de altura.

En la península Iberica es donde mayor número de crónicas tradicionales se recogen. Los gigantes atávicos, considerados paganos por la religión cristiana, lejos de desaparecer han pervivido en los cuentos populares y nos han sido presentados como pertenecientes a una raza gigantesca, y no como una singularidad. En Cataluña “els gegants” continúan presentes en muchas fiestas y representaciones. Se han integrado en las fiestas populares hasta el punto de que todas las comarcas tienen los suyos y forman parte del patrimonio cultural e histórico.

Los cuentos populares locales ubican al gigante ligado a numerosos megalitos, menhires y dólmenes. Los monumentos megalíticos eran construidos (según el folklore) por seres gigantescos durante la noche. En Portugal, a los dólmenes se les llama todavía Antas (tumba del gigante o construcción del gigante), puede que en honor al gigante Anteo. En euskera a los monumentos megalíticos se les denomina Mairuen baratza (huerta de los gigantes o huerta de los gentiles, nombre este último con el que se les conoce en el territorio vasco). Por lo tanto, que la tradición universal designe a los dólmenes como las tumbas de los gigantes podría suponer más de una leyenda, si nos atenemos a las evidencias arqueológicas.

En principio, un yacimiento controvertido en restos de estas características lo constituye el dolmen de Oren, en Prullans, la Cerdanya (Pirineos catalanes). En 1917, al parecer, se descubrieron, entre otras piezas, fémures de entre 70 y 92 cm de largo. Aunque existe bastante confusión sobre la veracidad del hallazgo, el investigador Fernando Ledesma en su libro La Cerdanya, esmeralda mágica del Pirineo asegura que se encontraron siete esqueletos de la especie humana en el dolmen I, de gran evergadura. El escritor y periodista Miguel G. Aracil amplía que en relidad fueron nueve los esqueletos descubiertos de la época del Hombre de Cro.Magnon (cuando el hombre de este período no superaba, según lo establecido por la ciencia oficial, los 165 cm de altura). Estos restos fueron custodiados por la familia Casanovas en la Torre de Prullans, antigua casa palacio de los marqueses de Monistrol. Posteriormente, parte de estos restos se entregarían al Museo Arqueológico de Cataluña. Lamentablemente aquí se pierde la pista de este material, pues el museo no reconoce haberlos visto nunca.

El caso es que arquelólogos y estudiosos han encontrado con relativa frecuencia huesos humanos de enormes proporciones en la Península Ibérica. En Garós (Pirineo de Lleida), al reconstruir el ábside de la iglesia, el párroco Mossèn Jaqquet encontró los restos de un gigante de tres metros de altura con un hierro clavado en el cráneo. En la reconstrucción de otra iglesia, en Urbasa (sistema montañoso entre Álva y Navarra) se encontraron restos humanos de tamaño ciclópeo.

También se han hallado esqueletos humanos de dimensiones gigantescas en Castilla; cerca de Medinaceli se encontró un cráneo y varios huesos; en León, en la iglesia visigótica de Marialba, esqueletos de tres metros de envergadura; y también en Cantabria, Girona (Besalú) .... Practicamente casi todos los restos se encuentran en paradero desconocido en la actualidad, quizá dispersados entre unas pocas docenas de coleccionistas de recuerdos. Pero la pregunta crucial es: ¿por qué ningún científico se entretiene en recoger y estudiar todos los datos, restos y pruebas disponibles? Es evidente que se echaría por tierra muchas teorías científicas.

Las Islas

Comentario aparte merecen los hallazgos efectuados en los archipiélagos españoles. Las construcciones megalíticas salpican las islas Baleares dejando constancia de ¿una civilización de gigantes? En Menorca, formando parte de la llamada cultura talayótica abundan las Taulas; formadas por una gran piedra vertical atravesada en su cúspide por una horizontal. El conjunto parece una T gigantesca, como una mesa para gigantes. En la misma isla existen también otras construcciones de piedra, las Navetas, unos grandes túmulos con forma de navío invertido. Cuenta la leyenda que la Naveta des Tudons, una tumba colectiva de la época pretalayótica, fue levantada por un gigante que competía por el amor de una giganta. Una de las constantes mitológicas menorquinas es la presencia de una raza de gigantes. Las tradiciones refieren que una tribu de estos seres habitó la isla. Luego, todos los monumentos prehistóricos han sido adjudicados a esta raza.

Evidentemente, todo esto no es más que una tradición, pero no deja de ser curioso que, en las postrimerías del siglo XVI, el padre Bautista Beninelis, historiador, hallara en una cueva de la cala San Vicente de Mallorca unos gigantescos huesos prehistóricos. En el conjunto megalítico del “rellotge” en CA NA costa (Formentera) en el interior de una tumba colectiva cuyo origen se remonta al 1900 a.c., se hallaron restos óseos que sobrepasaban los dos metros de altura.

Y llegamos al Atlántico y a las maravillosas islas Canarias. También aquí existen supuestos restos relacionados con gigantes. Emiliano Bethencourt, descubridor de las famosas pirámides de Güímar, localizó un insólito enclave arqueológico que reavivaba el mito de los gigantes entre los guanches, antiguos habitantes de las islas: la llamada “medida de los gigantes”. Situadas en el desierto de granadilla, dos enormes siluetas humanas esculpidas en roca viva reproducen, según explicaba la tradición oral, a un matrimonio de gigantes guanches. Las dimensiones del contorno eran de 2,94 m el varón y 2,67 la mujer. Asimismo fue descubierta en un antiguo cementerio guanche, cercano al desierto de granadilla, una muela de extraordinarias dimensiones. En definitiva, otra prueba más que sumar a la larga lista de enclaves de restos osteológicos “humanos” que forman parte de nuestra historia oculta.

En Cumberland (Reino Unido), en algún momento de la Edad Media se descubrieron los restos de un gigante de 4,5 metros, cubierto por una armadura. En 1895, durante unas excavaciones realizadas en el condado de Antrim (Irlanda), un tal Dyer halló un gigante fosilizado de 3,70 metros de altura. Se exhibió en Dublín y más tarde en Liverpool y Manchester. Después de una disputa legal entre Dyer y su socio, un hombre llamado Kershaw, nada más se supo del coloso pétreo. Asimismo, en una gruta de Atyueca, cerca de Mangliss (en la antigua Unión Soviética) se encontraron esqueletos humanos de entre 2,80 y 3 metros.

El valle de los colosos

Este tipo de hallazgos son particularmente numerosos en el valle del río Ohio (EE.UU.). Cuando a mediados del siglo XVIII los primeros colonos blancos se adentraron más allá de los montes Apalaches encontraron en la zona cientos de montículos artificiales, algunos de un tamaño descomunal. Los primitivos habitantes de la zona, los indios delaware, decían que eran anteriores a la llegada del piel roja. Cuando se excavaron estos montículos salieron a la luz unos asombrosos restos humanos.

En 1829, cerca de Chesterville (Canadá) se halló el esqueleto de un gigante tan grande que un hombre podía introducir su cabeza dentro del cráneo con facilidad. En diciembre de 1870, bajo un enorme montículo de Brush Creek (Georgia) se descubrieron huesos de hombres y mujeres de hasta 2,75 metros de altura, junto con una gran piedra grabada con extraños caracteres. En 1872, en Séneca (Carolina), se encontraron tres esqueletos de 2,5 metros de altura. En 1883, cerca de Mandan (Dakota del Norte), se descubrió un enorme cementerio que contenía los restos de numerosos gigantes. En 1888, en Toledo (Ohio), se desenterraron los restos de otros 20 gigantes.
Curiosamente, los indios delaware contaban que, al emigrar desde el Oeste en el año 1000 a.C., sus antepasados, los lenapees, se habían encontrado en la orilla este del Mississippi con una raza de gigantes que vivían en grandes ciudades fortificadas. Los llamaron allegahenys (de donde, tal vez, los montes tomaron su nombre). Los lenapees los combatieron y, al ser más numerosos, consiguieron expulsarlos. Los supervivientes huyeron hacia Minnesota. Los sioux también cuentan que cuando vivían en este estado apareció una raza de gigantes que consiguieron exterminar.Por todo Estados Unidos...

Se han encontrado restos de gigantes por todo Estados Unidos. En 1833 un grupo de soldados sacó a la luz en Rancho Lompock (Nevada) los restos de un hombre de 3,5 metros de altura, rodeados de armas descomunales. En junio de 1877 unos prospectores descubrieron cerca de Eureka (Nevada) los huesos de una pierna y un pie gigantescos, correspondientes a un ser humano de 3,65 metros. En 1891, en Crittenden (Arizona), una brigada de obreros encontró un sarcófago que contenía a un ser humano de más de 3 metros de estatura. También a finales del siglo XIX, en Isla Catalina (California), se hallaron los restos de unos gigantescos pelirrojos. En Montana, en 1903, el profesor S. Farr desenterró un esqueleto humano de 2,75 metros de altura.
En 1911 unos buscadores de guano encontraron en una caverna de Lovelock (Nevada) un grupo de gigantes pelirrojos momificados. Los indios paiute hablaban de una antigua raza de gigantes caníbales que llamaban Si-Te-Cah,a los cuales habían combatido y expulsado al monte Shasta, cerca del cual se encuentra dicha caverna. Restos similares se hallaron en el lago Humboldt. En 1923 se desenterraron en el Gran Cañón (Arizona) los restos petrificados de dos gigantes de 4,5 y 5,5 metros de altura.

El zoólogo Ivan T. Sanderson contaba que un ingeniero le había enviado una carta relatándole que durante la II Guerra Mundial, mientras su compañía levantaba el terreno para construir un aeropuerto en la isla de Shemya (Alaska), había encontrado un enorme cráneo de 60 centímetros desde la base al vértex, lo que correspondería a una talla de 3,6 metros. Los hallazgos son innumerables......en Centroamérica y Sudamérica...

También hay huellas de estos gigantes en Centroamérica y Sudamérica. Una antigua memoria de Bernal Díaz del Castillo cuenta que durante la conquista de México Hernán Cortés envió al rey de España un fémur del tamaño de un hombre. Los aztecas explicaron a los conquistadores que en tiempos remotos había vivido allí una raza de gigantes malvados, que habían combatido y exterminado.


Un ejemplo de gigantismo en Rusia

En Ecuador los españoles también oyeron historias acerca de otra raza de colosos que en tiempos remotos había aterrorizado a los habitantes de Guayaquil. En 1543, Juan de Olmos, el gobernador de Puerto Viejo, ordenó excavar en la zona y se encontraron “unos huesos tan grandes que, si no hubieran aparecido también los cráneos, resultaría imposible creer que pertenecieran a seres humanos”.

En el Museo del Oro de Lima (Perú) se conserva un gigantesco cráneo deformado y Glenn Kimball cuenta que en un museo privado pudo ver momias de hasta 3 metros de altura, algunas de ellas pelirrojas.
Tal vez Magallanes tropezó con los últimos individuos de esta raza. En junio de 1520, cuando su flota ancló en Puerto San Julián, en Argentina, el explorador se topó con unos gigantes de 2,3 metros que llamó patagonios porque llevaban mocasines de cuero, con los que sus pies parecían “patas”. En 1962, cerca de Punta Arenas (Patagonia chilena) Hueichatureo Chicuy halló al excavar un montículo una enorme tibia humana. Su propietario debió de tener una estatura aproximada de 3 metros.

Los hallazgos se suceden por todo el planeta. En Chenini (Túnez) se descubrió un cementerio de gigantes de 3 metros. Enormes picos con un peso aproximado de 4 kilos han sido desenterrados en Safita (Siria), así como en Aint Fritisa (Marruecos). En Gargayán (Filipinas) salieron a la luz en 1956 huesos correspondientes a un hombre de 3,5 metros.
Durante la construcción de una carretera en Homs (Turquía), a finales de los años 50, se encontraron fémures pertenecientes a gigantes de hasta 4,8 metros de altura.

Kurgan, los gigantes rusos

Muchos de estos restos fueron enviados a museos (incluido el prestigioso Smithsonian), pero no se ha mostrado mucho interés en su estudio, ya que plantean demasiados interrogantes. Buscar una ubicación en el tiempo y una explicación satisfactoria a la presencia de estos colosos es una tarea compleja.


Replica de femur humano Mt. Blanco Fossil Musseum

Según algunas hipótesis, corresponden a los kurgan (los primitivos arios), una raza de gigantes que vivió en las estepas rusas entre los años 5000 y 2000 a.C. y cuyo carácter belicoso les llevó a extenderse por todo el planeta: hasta el sur de Canaán e incluso hasta remotas regiones, como América y Australia.

De ser cierta esta teoría, implicaría reescribir toda la historia de la humanidad, particularmente la de América, ya que los españoles no habrían sido los primeros europeos en poner pie en sus costas. Pero los únicos restos aceptados como verdaderos por la comunidad científica “oficial” parecen ser los de China, Java y Australia.

Lector despues de esta exhaustiva presentación de registros te mostrare un documental que fue transmitido en Discovery Channel, el cual desafortunadamente esta en inglés (espero que conozcan la lengua) pero que pretende recoger de la boca de los propos investigadores y teoricos del tema de los gigantes pruebas para aclarar el misterio...

6 comentarios:

Calmadigital dijo...

Fantástico post.

¿Tienes las fuentes o referencias de los datos que expones?

psycho_zero dijo...

Las fuentes en su mayoria son libros mitologicos de las diferentes culturas, en otros casos leyendas que circulan en la tradición oral de los pueblos cerca de las grandes ruinas megaliticas, y el resto son datos aislados te sugiero que te adentres en el tema poco a poco y busques las referencias una a una ya que el tema es muy amplio y tiene mucho fraude en lo que se refiere a fotos en la web es por eso que elegi tambien agregar el video de discovery channel para quien duda de la legitimidad del tema y necesita fuentes mas "cientificas" saludos Calmadigital.

Anónimo dijo...

Credibilidad poca.

Incluso has cometido el error de etiquetar a León dentro de Castilla. Y León no es Castilla.

Anónimo dijo...

Hola soy cristian y vivo en Siberia Rusia. hay un tipo que vive en loinexplorable del nordeste artico que mide aproximadamente 3.60 metros de altura su nombre es. Ibraim y nunca sale de ese lugar..,
Saludos!!

psycho_zero dijo...

Hey Cristian es verdad esto que me cuentas? lo has visto? es en verdad intrigante tu comentario tienes mas informacion al respecto.

Saludos

loginn logann dijo...

"hay un tipo que vive en "lo/inexplorable" del nordeste artico que mide aproximadamente 3.60 metros" - cualquiera podria postar un comentario asi..."vivo en el amazonas y hay un tipo que un amigo de un compadre de un tio de un amigo de mi hermano..." CJDCES!! Los gigantes existieron, dejaron restos megalíticos y todo eso pero la "ciencia" que nos permiten analisar no lo reconoce y nos quedamos con esto: "diz-que-me dice"